Por esta estructura es por lo que dentro de la UE hallamos un panorama muy heterogéneo, con países en los que hay tradición de consumo de carne de pavo –puede llegar a un 70% de la población-, pero también vemos otros en los que este consumo no sobrepasa el 0,2%.
El precio de la energía y de las materias primas tampoco ha perdonado a este sector, y también ha motivado un aumento del precio de esta carne en el último año. Sin embargo, en general el consumo ha disminuido como consecuencia directa de estos precios más elevados.
La UE produce 1.800 toneladas de carne de pavo, permanece estable y no se prevén cambios importantes. Asimismo, se ha percibido un descenso de un 18% en las importaciones de Europa, siendo Brasil nuestro principal proveedor.
El líder mundial en la producción de pavo sigue siendo Estados Unidos, seguido de la UE, Brasil y Canadá.
En cuanto al consumo, el 44% del total mundial corresponde a Estados Unidos, al que sigue Europa con el 36%.
Por lo que respecta a la carne de pavo lista para cocinar, México es el principal importador, con 164.000 toneladas, seguido por la UE, con 90.000.
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